sábado, 3 de octubre de 2015

Un soplo de aliento

Un soplo de aliento. Es todo lo que queda recatado en el dormitorio. Girar el cuerpo intentando apartar al descaro. Apoyar las manos sobre el frío cristal de la ventana y esperar...
Esperar la furia con la que sujetas mi cadera con tus firmes manos y sentir poco a poco el calor que emana tu piel acercarse. Oír tu lengua humedecer tus labios e inclinarte hasta posarlos al final de mi espalda. Lamer cada vértebra hasta llegar a la nuca. Un pequeño mordisco, ladear mi cabeza y perder el tiempo entre tanta explosión de escalofríos que nacen con tus dientes en mi garganta.


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