Suave
Suave. Cómo ya sabes que me gusta. Pequeños saltitos de tus dedos recorriendo mi
cuerpo. Empezar caminando por mis pies. Que la lengua siga los pasos. Hidratar
con saliva mi piel seca de ti. No dejar nada por cubrir. Detenerse a la altura
de los muslos. Ahora, aún más despacio. Que las yemas produzcan casi cosquillas.
Que la lengua vuelva locos a los instintos. Hidratar. Ese es el fin. Hidratar
hasta las ganas. Tu lengua alrededor de mi ombligo. Pedorretas imposibles de
retener. Tus manos en mis costados siguen su camino hasta llegar a los pechos.
Dejan de dar saltitos para recrearse con toda la palma dibujando la forma
redonda de ellos. Me salen los suspiros hasta por los ojos. Tu lengua continúa
marcando con saliva el esternón hasta llegar a la garganta. De repente soy
consciente que tu cuerpo está sobre el mío. Entras entre mis piernas a la vez
que tu lengua llega invadiendo mi boca. Ha llegado a su destino. Ahora tu sexo.
Que sea quién comience a andar sobre mí...
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