domingo, 13 de septiembre de 2015

Una nana

No quiero que me escuches. No quiero que me hables. No quiero desear más de lo que hay regado en mi ventana. No deseo oír ninguna otra nana que la que susurres entre mis piernas. Con tus labios en mi sexo. Con tus manos en mi vientre. Con las ganas en la garganta. 

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