Hablemos...
Digamos que sí. Que a partir de hoy, tendré que comprar braguitas a diario
porque cada noche las destrozas con tus dientes. Digamos que la piel de mis
nalgas enrojece cada madrugada al encontrarse con la palma de tu mano. Digamos
que el sofá del salón es imposible encontrarlo seco si estamos por casa. Digamos
que si andamos por casa, ahorraremos en calefacción cada vez que nos encontremos
en el pasillo. Digamos que los rumores se convierten en susurros con mis muñecas
atadas bajo la sábanas. Digamos que ya tus dedos son los dueños de mi descaro.
Digamos que una vez abierta la puerta, la ropa siempre estará por el suelo.
Digamos que tu boca sellará con saliva el camino de vuelta al principio. Digamos
que mi lengua marcará todo lo que de ti es mío. Digamos que ya es hora de dejar de hablar
y ponernos al asunto. Digamos..
I like this composition.
ResponderEliminarThank you!!!
Eliminar