Los domingos
Ya sabes que los domingos son para no despertar. Desayunar en la cama. Tenerte
entre mis patitas todo el día. Pedir paella a domicilio. Suspirar 3 o 4 veces en
el sofá. Calentar con vaho las zonas de tu cuerpo dónde baje la temperatura. Ser
el perrito que me lama y me lave mañana, tarde y noche. Ronronear en tu tripita
hasta comerme el caramelo que me espera un poco más abajo. Sentir tus poderosas
manos empapadas de aceite aliviando mi dolor de espalda. Sentir tus manos
empapadas de orgasmos aliviando mi furia. Susurrarte al oído lo que no tuve
tiempo durante la semana para ponerme al día. Dormir la siesta con tu cabeza
apoyada en mis piernas y mis dedos entre tu pelo. Jugar a las cosquillas con tus
dientes en mis muslos. Fundirnos creando mañanas. Esconder los relojes bajo la
almohada. Los domingos son para detener el tiempo y soñar que a tu lado, todo es
posible. Qué cosas, hoy es domingo. ¡¡Ya me estás trayendo el zumo a la cama!!!!
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